Después de su triunfo en el Parlamento de las Religiones, Swamiji dio conferencias, dictó clases y visitó ciudades de Estados Unidos y de Europa.
Y, por fin, regresó a India. Qué emoción! Miles de personas lo esperaban. Las calles y las casas lucían adornos de colores y se habían levantado armazones como arcos de triunfo. Todos cantaban, flameaban las banderas y las flores dibujaban una alfombra a sus pies. Lo salpicaban con perfumes o con agua sagrada del río Ganges.
Desfilaban elefantes y camellos. Lo llevaban en un coche. ¿Quién creen que tiraba del coche? ¿Fuertes y briosos caballos? ¡No! Lo arrastraban muchos estudiantes y un rey ¡ el rey de Ramnad! Todos gritaban ¡Viva,viva, Swami Vivekananda!
Swamijí es considerado héroe nacional. El 12 de enero, día de su nacimiento, el gobierno de la India lo decretó, en su honor, día de la juventud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario